La ortodoncia interceptiva es un tratamiento de salud bucodental que persigue interceptar, en el momento justo, el crecimiento maxilofacial. Esta ortodoncia busca adelantarse a posibles problemas de crecimiento de los huesos que, en el futuro, podrían tener consecuencias que generarían problemas de oclusión, mordida o falta de espacio para los dientes. En ámbitos profesionales se la conoce como ortodoncia funcional, y cabe destacar que se suele aplicar durante la adolescencia. Este aspecto es crucial, porque cuando los pacientes son adultos podrían sufrir otro tipo de patologías que podrían acabar en una cirugía maxilofacial, y que ahora tienen un tratamiento mucho más sencillo.

Cuándo aplicar la ortodoncia interceptiva

El dentista será el que diagnostique cuándo es imprescindible llevar a cabo un tratamiento de ortodoncia interceptiva. Este tipo de ortodoncia se aconseja sobre los siete años de edad, o cuando las piezas dentales ya han aparecido en la boca. Es en ese momento, cuando el profesional puede determinar si es necesario aplicar este tratamiento. En estos casos, el paciente puede necesitar tratamiento con brackets o invisalign. Eso sí, una vez haya cambiado los dientes de leche.

Y si después hace falta aplicar algún tratamiento posterior a la ortodoncia interceptiva, será mucho más sencillo si se ha frenado cualquier problema relacionado con el crecimiento o con las deformaciones de los dientes durante el desarrollo. De esta forma, el ortodoncista será capaz de resolver en menos tiempo el problema. Los tratamientos no solo serán más cortos, sino que, además, serán menos caros. Por lo tanto, se trata de una forma de ahorrar no solo tiempo, sino también dinero.

Tratamiento dental

El tratamiento se determinará tras un estudio de la boca para detectar el problema que hay; tras ello, se aplicará el que sea más adecuado. Entre otros, se usan los siguientes: expansor o disyuntor dental. La duración de este tratamiento es de unos meses, y ayuda a aumentar el tamaño de los maxilares para lograr espacio para el crecimiento de los dientes.

También se recurre a la aplicación de máscaras extraorales de tracción. Estas tienen la función de guiar los huesos faciales para corregir anomalías o irregularidades que suelen estar causadas por la falta o el exceso de crecimiento de las piezas dentales. En cualquier caso, se trata de trabajar para que estas técnicas de ortodoncia interceptiva supongan un freno a posibles problemas futuros. Es decir, se trata de poner el remedio a tiempo para que las soluciones sean sencillas, y evitar posibles complicaciones en el futuro.

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